En la historia del diseño de producto, España ha jugado un papel importante, con diseños que son referentes en el ámbito internacional.
Rafael Marquina
Para comenzar, vamos a ver cómo un buen producto debe estar vinculado con sus raíces, aportando soluciones desde dentro. Rafael Marquina es un reconocido diseñador y arquitecto español, Premio Nacional de Diseño, que ha trabajado en ámbitos muy diversos, desde la joyería hasta la automoción.
Aceitera Vinagrera de Rafael Marquina (1961)
Este producto, que pretendía solucionar un problema básico, se ha convertido en un hito del diseño español, vinculado a la cultura del país. El objetivo funcional es evitar el desprendimiento del aceite, que se logra de dos formas. Primero, la forma de matraz, más ancha en la base y que, a medida que ascendemos, se va estrechando aportando una estabilidad mayor, evita que se pueda volcar con facilidad. Por otro lado la forma de la boquilla, estrecha y curva, ayuda a controlar la cantidad de líquido que se vierte además de facilitar la reentrada del aceite al recipiente. Además, se tiene en cuenta la viscosidad de los fluidos con los que se va a rellenar. De esta manera, el aceite se vierte más despacio y el vinagre más rápido. Esta pieza tan icónica está compuesta por dos elementos, la boquilla y el recipiente, cuya parte superior en forma de embudo, facilita el rellenado del recipiente.
Su diseño simple, estilizado y funcional, han convertido a este objeto en un referente del diseño español. Esto, sumado a la pérdida de la patente por parte de Marquina han propiciado que se realicen copias y versiones por todo el mundo.
El primer boceto y prototipo de Marquina, menos estilizado, no tardó en ser sustituido por el más moderno con forma de matraz por el que Marquina recibió el Premio Delta de oro en 1961. Como hemos dicho previamente, la versión más moderna se asemeja a un matraz y en la progresión podemos apreciar que lo que buscaba era una forma más ancha en la base que se estrechase hacia la boquilla, por eso finalmente recurrió a ese objeto que recupera a un laboratorio, porque, además de ser más estético y estilizado, cumple de una manera más eficiente la necesidad de apoyo y afinamiento.
Está fabricado en vidrio o metacrilato, para así poder apreciar la cantidad de líquido que tenemos dentro, además de dar una sensación máxima de limpieza.
André Ricard
André Ricard supone la principal figura del diseño del producto en España, tanto por su protagonismo en el nacimiento de la disciplina, como por su trayectoria. Es el único de los pioneros del diseño industrial no arquitecto. Cursa estudios de pintura y cerámica, pero pronto siente interés por el diseño industrial. Su obra se centra en el usuario, buscando el diseño detallado y meticuloso, conforme a la utiliación del producto.
Interruptor Ibiza de André Ricard (1974)
Partiendo del antiguo interruptor diferencial que abundaba anteriormente en las casas, André Ricard demuestra como el diseño se abre hueco entre los diferentes campos de la industria. Rediseña un antiguo objeto típicamente pensado por electricistas y técnicos de la industria, que tenía una forma que hoy veríamos obsoleta.
Lo primero que hace es aumentar de tamaño el interruptor, minimizamdo el marco. Los antiguos interruptores derivaban de los que se usaban en circuitos en un contexto más técnico, pensados para no activarlos por error. Mientras, estos estan diseñados para el alumbrado de nuestras casas para la gente común, son más faciles de activar, en un contexto en el que darle por error no supone un grave problema. Para mejorar su apariencia, se ocultan los tornillos tras la carcasa y se redondean los bordes y las esquinas del marco, dando un resultado, sencillo y conciso. Destaca la gran visión de André Ricard para encontrar los posibles avances de diseño en las cosas cotidianas.
Cenicero Copenhague de André Ricard (1965)
En una época de auge en el consumo del tabaco en España en los años 60 este modelo de cenicero resuelve varios problemas, además de ser estéticamente atractivo. Su mecanización es fácil y económica, fabricado mediante inyección plástica de melamina, lo que permite producirlo en cualquier color, aunque el diseñador eligiera originalmente el rojo y el negro, además de ser resistente a altas temperaturas.
Su ranura permite dejar el cigarro y que la ceniza que pudiera caer de este quede también en esa zona inferior. Este diseño, simple, económico y estético se convirtió en una pieza indispensable en los bares de la época, que además ha conseguido seguir vigente hasta nuestros días sin haber pasado de moda, convirtiéndose en una pieza icónica del diseño español que ha sido galardonada con el Delta de Plata ADI-FAD 1966 y Delta de Oro 25 años AdiFad 1985.
Este icono del diseño esta principalmente enfocado para la hostelería, sobre todo para los bares. Pensando en esto y en laidea de simplificar las cosas este cenicero se hizo basándose en las tazas apilables, favoreciendo el almacenamiento y transporte. Su forma, de una sola pieza, además favorece el apagado del cigarro, teniendo una parte más alta en el medio que puede ser perfectamente utilizada para esto. Esta parte está rodeada por una zona inferior en la que depositar los cigarros una vez apagados.
Pinzas de hielo de André Ricard (1964)
Formadas en una sola pieza, evitando así desajustes de cualquier tipo, tanto en la producción como en el uso, estas pinzas son un referente en la carrera de Ricard. Están hechas de plástico, siendo la producción sencilla, económica y permitiendo una amplia gama de colores. Funcionan al revés que la mayoría, cuando uno aprieta se abren y al soltar se cierran, facilitando así su función, ya que es la propia pinza la que hace el esfuerzo de apretar el hielo para sujetarlo. Podríamos decir que actúan como el pulgar y el índice en su tarea de sujetar. Su diseño simple, ingenioso, estético y funcional, junto con otros diseños, han hecho que Ricard se convierta en un referente del diseño español.
Posteriormente, han surgido algunos rediseños inspirados, con funcionalidades añadidas, com las pinzas Tulip, producidas por Koala. Este modelo mejora el agarre para el hielo, y la fruta. Además integra otra pinza más pequeña en el lado opuesto que se adapta a las rodajas y a las especias que se puedan añadir a los cócteles.
Banco Catalano: Oscar Tusquets y Lluis Clotet (1974)
Este banco fue uno de los primeros diseños del mobiliario urbano español. Funcionalmente, resuelve los problemas que surgen al estar en el exterior. Su malla metálica permite la refrigeración por el paso del aire cuando hace calor, haciendo que el metal no se caliente, mientras que cuando llueve, no se encharca y se seca más rápido. Además, la superficie transparente reduce el peso visual del metal. El material y la estructura lo hacen resistente y duradero para su entorno.
El perfil del banco busca la ergonomía, inclinando el asiento para que la espalda se apoye en el respaldo y abombando la parte superior para mantener la cabeza erguida. Este perfil está inspirado en el banco del parque Güel de Barcelona, diseñado por Gaudí. Este guiño hace ver la importancia del legado que el arquitecto modernista dejó en Cataluña medio siglo antes. El diseño permite modificar la largura del banco hasta donde se quiera. Normalmente con módulos de 100 o 75 centímetros. Además, los bancos se pueden disponer y orientar de diferentes formas entre ellos, adaptándolos al lugar y al uso.
Miguel Milá
Miguel Milá es uno de los principales exponentes del diseño de mobiliario en este país. Desde 1958, trabajó por su cuenta desde su propio estudio, centrado en la fabricación artesanal sin renegar a la tecnología, que usa de manera justa y necesaria. Representa una especial y entrañable forma de entender el diseño característica de la creatividad barcelonesa.
Lámpara TMC de Miguel Milá (1961)
Como icono del diseño español, esta lámpara sigue teniendo éxito hoy en día. Esto se debe a varias características, como la ausencia del interruptor, ya que se enciende tirando del cable, o la posibilidad de regular de una forma fácil y ergonómica la altura de la lámpara. Pensada para la lectura, el panel cilíndrico de metacrilato que se usa reparte la luz equitativamente, mientras que evita el deslumbramiento. La barra vertical con acabado metálico hace que pierda peso visual mientras que la base negra, combinada con el panel blanco regulan la estabilidad visual del objeto.
En su contexto, desde los años 50, el éxodo rural estaba provocando un cambio en la inmobiliaria de las ciudades, los pisos cada vez se hacían más pequeños. Miguel Milá entiende que la lámpara ahora debía ocupar lo mínimo, por lo que diseña la base en forma de cruz no simétrica, que busca mantener una estabilidad suficiente con la lámpara a su máxima altura y poder pegarla a la pared o a una esquina, orientándola hacia el resto del habitáculo sin perder espacio. En este diseño, Miguel Mila demuestra su capacidad de combinar la sobriedad y elegancia con el racionalismo y la simplicidad, que, habiendo mejorado la ergonomía, el resultado es un diseño que no pasa de moda, ya que se vende más cada año. En el año de su extreno, recibe un premio ADI FAD (Delta de Oro), en Barcelona.
Lámpara Cesta de Miguel Milá (1962)
La distintiva mezcla del trabajo artesanal con el diseño industrial, se plasman perfectamente en esta lámpara de madera y vidrio originalmente, inspirada en los farolillos orientales. Consigue ser un objeto con vida dentro de su entorno, ya que te acompaña por la casa, pudiéndola dejar indistintamente a diferentes alturas, ya que proyecta una luz suave y armoniosa en todas las direcciones. El acabado de fabricación artesanal, mediante las técnicas tradicionales de vaporizado de la madera para su curvado, que compone por una sutil estructura de cerezo protectora de un globo de cristal opal, difusor de su luz.
Gabriel Lluelles
Gabriel Luelles cursó estudios de proyectista industrial mecánico y perito industrial mecánico-eléctrico en la Escuela Industrial de Barcelona. Posteriormente trabajó como delineante, jefe de servicio técnico y, finalmente, acabó siendo director del Departamento de Desarrollo y Construcción de Braun Española S.A. Sus diseños han sido galardonados en numerosas ocasiones y han sido incluidos en numerosas exposiciones y colecciones.
Minipimer de Gabriel Lluelles (1959)
La Minipimer MR1 fue la primera batidora eléctrica de la mano del mercado español, con un diseño compacto y depurado. El interruptor está situado en la parte superior del aparato y debe apretarse, de manera continua para que la batidora funcione. La batidora puede estar ininterrumpidamente en funcionamiento durante un máximo de dos minutos. La economía de tiempo que este aparato proporcionó se basaba, además de la rapidez que suponía el hecho de batir eléctricamente, en la posibilidad de batir los alimentos en el mismo recipiente donde se cocinaban o se servían y en la facilidad de limpieza de la propia batidora. Posteriormente en 1964 crearon la MR2 cambiando el botón por uno más ergonómico que facilitaba la labor de apretar el botón aún más permitiendo apretarlo con una mayor facilidad.
Javier Mariscal
Javier Mariscal es un exponente del diseño español. En un principio estuvo centrado en el campo de la ilustración, pero terminó por extenderse hacia los estampados textiles, decoración, cerámica, decoración de objetos y mobiliario, y la pintura y escultura. Destaca por su figura pluridisciplinal: nunca se ha considerado a sí mismo como diseñador industrial ya que no se encargaba de la parte técnica, apoyándose en colaboradores como Pepe Cortés. Es popularmente conocido por diseñar a Cobi, la mascota de los JJOO de Barcelona de 1992, pero también realizó diseños de mobiliario dignos a destacar.
Taburete Duplex de Javier Mariscal (1980)
El Taburete Duplex fue diseñado para el antiguo bar Duplex de Valencia. Destaca la fuerza de los colores primarios en los elementos verticales y el blanco y el negro en los elementos horizontales. Prescindió de una de las cuatro patas con las que habitualmente contaban los demás taburetes, y no sólo eso, apareció con formas distintas, demostrando que el juego podía ser todo lo libre que quisiéramos. Una de las patas es recta, la otra es curva y la última, siguiendo una línea sinuosa. En este diseño vemos la rebelión de Mariscal contra las formas establecidas, contra los taburetes tradicionales. Rompe con lo establecido, combinando formas y colores primarios haciendo de esta pieza un auténtico hito, un taburete que no se puede olvidar si queremos hablar de los diseños que han marcado una época.
Muebles amorosos de Javier Mariscal (1980)
Siguiendo la línea de Mariscal, esta serie de muebles mezclan el color y la forma como en sus viñetas, recordándonos mucho a ellas. Para dar forma tanto al sofá Alessandra como al Saula marina Mariscal también se inspira en las formas orgánicas, huyendo de la línea recta y de toda geometría posible. Para el diseño del sofá juega con el collage y el despiece de las formas básicas, dando como resultado un volumen que se concibe mejor como imagen, conviviendo en armonía con el espacio en el que se encuentre y manteniendo una relación con el usuario, representando una forma de pensar más que un simple objeto.
Lámpara Coderch de José Antonio Coderch 1957
Llamada Lámpara Disa, pero conocida como Lámpara Coderch se pensó en principio para los espacios arquitectónicos de su autor. Se presenta como una pieza de mobiliario delicado y confortable, famosa entre arquitectos y decoradores selectos. Los pétalos de madera, con su textura veteada, ocultan la bombilla a la vez que emiten agradables sombras. Busca una luz cálida e íntima, pero, debido a su éxito, se quiso adaptar a otros espacios, haciéndola de metacrilato, ya que había recibido críticas por su poca luminosidad. También se fabrican modelos como lámpara de mesa.
Con esto, finalizamos un repaso de algunos de los diseños que más calado han dejado en la historia del diseño de producto en España, desde sus comienzos. Si bien es cierto, hasta ahora hemos hablado solo de hombres, centrándonos en una época en la que el diseño estaba en gran parte dominado por esta figura. Sin ebargo, os traeremos un blog destacando figuras femeninas que son igual de importantes en la historia del diseño.
A partir de ahora, llega el momento de continuar esa historia, basándonos en ella para afrontar los nuevos retos de nuestro siglo, con las nuevas tecnologías y materiales.
Comments