En un mundo de explotación de recursos medioambientales, escasez y cortes de suministros, gracias a un mayor conocimiento y acercamiento a metodologías de diseño sostenibles, somos capaces de crear productos desde una perspectiva de ahorro, conciencia y aprovechamiento. Como diseñadores, nuestra tarea es diseñar productos que satisfagan las necesidades de la sociedad, y hoy vamos a hablar de cómo hacerlo a través del diseño sostenible.
Diseño sostenible y ecodiseño. ¿Es lo mismo?
El diseño sostenible se define como el desarrollo de un producto físico o servicio basado en los principios de sostenibilidad económica, ecológica y social. Este triángulo equilátero formado por estas tres vertientes es lo que se conoce como la variable E3 (Equidad, Economía y Ecología). Dicha variable hace que se diferencie del ecodiseño que, por su parte, trata de satisfacer únicamente la sostenibilidad medioambiental del producto o servicio, sin necesidad de cubrir la económica y social. Asimismo, la sostenibilidad se refiere a la utilización de recursos naturales para satisfacer las necesidades de las generaciones presentes sin comprometer a las generaciones futuras. En este marco, es donde el diseño sostenible juega un papel fundamental, a lo hora de conseguir trazar estrategias de diseño que mantengan un nivel de vida favorable, una producción sostenible y una conciencia medioambiental en la sociedad.
Características del diseño sostenible
Tener presente la variable E3 (o P3 en inglés, referente a People, Planet, Profit) es importante al hablar de las características de un diseño sostenible. Se trata de crear una solución a las necesidades de la sociedad a través de un producto o servicio que aporte un beneficio social de forma integral, es decir, comprendiendo todos los aspectos de dicho producto o servicio, desde el inicio de su fabricación hasta el final de su vida útil.
Este periodo se refiere al ciclo de vida del producto.
Por tanto, un diseño es sostenible si cumple con el esquema de más abajo:
El objetivo de dicho diseño es generar un beneficio para el conjunto de la sociedad, por ejemplo, a través de la fabricación de dicho producto. Es decir, si a través del entorno de la fabricación se genera prosperidad y se aumenta el nivel de vida.
Causa el mínimo impacto al medio ambiente. En el ejemplo anterior, se debe valorar el beneficio social frente al impacto medioambiental, minimizando este último lo máximo posible.
Es económicamente viable.
Tiene en cuenta los derechos humanos.
Induce al ahorro de energía.
Es coherente con su filosofía en la elección de recursos y materiales.
Objetivos del diseño industrial sostenible
Para trazar esta estrategia, podemos apoyarnos en los objetivos del desarrollo sostenible y centrarnos en aquellos que son más remarcables en el campo del diseño industrial y el desarrollo de servicios.
Energía asequible y no contaminante.
Trabajo decente y crecimiento económico.
Industria, innovación e infraestructura.
Ciudades y comunidades sostenibles
Producción y consumo responsables.
Acción por el clima.
Vida de ecosistemas terrestres.
Cómo abordar un proyecto de diseño sostenible
Como diseñadores industriales, trabajamos a partir de metodologías basadas en una primera fase de análisis, en la que detectamos las necesidades del cliente. En este caso, además, hay que hacer hincapié en hallar cuáles son también las necesidades de la sociedad y cómo llegar a una solución sostenible, respondiendo a la variable 3E y basándonos en los objetivos del desarrollo sostenible.
A continuación, nos embarcamos en una fase de diseño, seguida de una fase desarrollo en la que minimizamos los recursos a aquellos que sean coherentes con nuestros objetivos. Se procede a una fase de testeo, seguida de unas fases de producción, revisión y lanzamiento que aseguren que dicho servicio o producto satisfaga las necesidades de la sociedad y del cliente.
Basándonos en este modelo de diseño metódico, podemos seguir una estructura que nos ayude a seguir los pasos y conseguir diseños sostenibles:
Diseñar pensando en todo el ciclo de vida del producto.
Diseñar productos útiles que requieran un consumo de energía y materiales mínimos.
Diseñar la ruta y métodos de transporte.
Diseñar pensando en la usabilidad del producto o servicio.
Diseñar el final de la vida útil del producto.
Eco-innovación y competitividad en el mercado
La eco-innovación se traduce como un proceso de innovación a través del cual se desarrollan nuevos productos y servicios que se lanzan al mercado, reduciendo la media del impacto global sobre el medio ambiente en cada sector. Este proceso busca la optimización de todas las fases de diseño, procesos y desarrollo a través de nuevas técnicas de producción, consumo e incluso cultura. Se pretende hacer un uso de los recursos naturales lo más eficiente posible, reestructurando muchas veces las fases en planta de producción, los métodos de fabricación, los materiales e incluso la estética de un producto. Para ello, se utilizan metodologías como el análisis del ciclo de vida de un producto, que puede llevar al diseño o rediseño de servicios ya existentes, la optimización de procesos de producción o la mejora de la gestión dentro de la empresa.
La eco-innovación aporta beneficios al medio ambiente, pero, además, gracias a su carácter innovador también supone una gran ventaja competitiva a través de varios caminos.
Gracias a la eco-innovación se optimiza la operatividad y se reducen los costes mediante una buena gestión empresarial.
Se reduce el impacto de la contaminación y se mejora la gestión de residuos, minimizando costes en este sector también.
Existe un menor riesgo de incumplir regulaciones medioambientales, y se asegura una imagen de la empresa muy buena.
Supone una ampliación de los mercados en los que la empresa entra en juego, segmentando así su competitividad y llegando a un mayor público.
Mejora la imagen tanto de cara a los clientes, como a las autoridades y empleados, logrando una mayor popularidad y por tanto un posible crecimiento empresarial.
Sectores en el diseño sostenible
Son muchos los sectores en los que se aplica el diseño sostenible y la eco-innovación. La arquitectura es uno de los sectores en los que se establece la sostenibilidad y el desarrollo como prioridad, haciendo referencia a aquellos diseños que optimizan los recursos naturales para minimizar el impacto medioambiental de la construcción en las ciudades. Existen ya numerosos edificios en todo el mundo que buscan los sellos sostenibles, a través de innovadoras implementaciones como sistemas para recoger el agua en aquellas ciudades en las que abundan las lluvias; sistemas de regulación de temperatura a través de enormes ventanales de vidrio para reducir el uso de la electricidad; edificios que funcionan como plantas de quema de desechos para generar electricidad que abastece no solamente a las propias instalaciones, sino además albergando espacios para otras actividades; sistemas de bombeo de agua que extraen agua para usarla como medio de refrigeración, turbinas o sistemas que aprovechan el poder del viento y que suministran porcentajes de la electricidades del edificio, y un largo etcétera.
En España la Torre Iberdrola, situada en Bilbao, es un ejemplo que cumple 10 años desde su inauguración. Es obra del arquitecto argentino César Pelli y cuenta con numerosos sistemas de eficiencia energética, tratamientos de agua, usos de energías renovables y materiales pocos emisores, que la dotan con la máxima nota del Sistema de Calificación de Edificios Sostenibles, denominado LEED. Pese a haber sido inaugurado en 2012, ya contaba con aparcamientos para coches eléctricos e híbridos. Esa visión que tuvo este proyecto como algo futurista e innovador, es uno de los detalles que ha convertido este edificio en un éxito y un referente en el sector. Todo este tipo de medidas son implementadas mediante los diseños más estéticos, tecnológicos e innovadores, creando obras arquitectónicas que destacan en las ciudades.
En el diseño de producto, existen también numerosos ejemplos de innovación y sostenibilidad, como mobiliario fabricado a partir de materiales ecológicos como el corcho, los biomateriales o plásticos reciclados. Los envases o mochilas que incorporan diseños con materiales también de plásticos reciclados, y que presentan unas características muy competitivas, como soportar grandes contracciones por temperaturas muy extremas, también resultan clave en el ssector. Todos estos diseños suponen suponen una iniciativa excelente para combatir grandes vertederos de plástico en países como la India, favoreciendo nuevas industrias y empleos sostenibles. Otro ejemplo son los proyectos de revestimientos o carcasas para electrodomésticos, llevados a acabo a través de metodologías sostenibles que supongan una optimización de la producción y de la vida útil del producto.
En diseño industrial, son también muchos los proyectos que se han llevado a cabo y que suponen una mejora en la sostenibilidad de la industria, como por ejemplo el proyecto de desarrollo de sensores que ayudan a detectar la presencia de agua en superficies como suelos de casa, de manera que se pueden evitar las fugas indeseadas. Pese a ser un diseño planteado a escala doméstica, existen también intervenciones urbanas con el mismo objetivo.
Otro ejemplo de diseño industrial es el poético proyecto de iluminación de cultivos llevado a cabo por Studio Roosegaarde. Esta iniciativa supone una disminución de hasta el 50% del uso de pesticidas en los cultivos, gracias a la implementación de una tecnología de luminaria azul, roja y ultravioleta que mejora el crecimiento de las plantaciones de agricultura. Supone un escenario de enorme belleza y que realza el poder de la agricultura y la necesidad de volcar nuestras tecnologías en mejorar de forma sostenible este sector.
El futuro del diseño sostenible
En realidad, el diseño sostenible es el presente ya que cada vez más los diseñadores industriales empleamos técnicas que nos permiten desarrollar proyectos optimizando los recursos y optando por técnicas sostenibles. Contar con un equipo de diseñadores que tienen presente este punto de vista ahora, es generar una ventaja competitiva para el futuro y plantear el mercado con la mejor estrategia.